El auténtico ‘street food’ va sumando adeptos en la capital española. Esta es la razón por la que Shanghai Mama ha abierto, en tan sólo once meses, tres locales en Madrid. En menos de un año la autenticidad de la gastronomía china, a un precio de lo más asequible, está conquistando los paladares de todo el que acude a probarla. Y es precisamente esta autenticidad, junto a su calidad de servicio, sus precios y sus materias primas, lo que está haciendo que cada vez crezca más y más (por ahora esperan dos nuevas aperturas).
Shanghai Mama huele a té, arroz y jazmín, y sabe a soja, sésamo y agridulce. Cada una de sus recetas, aunque en su cesta de la compra también se introduzca la materia prima española, están elaboradas por chefs autóctonos del continente asiático. El ‘wonton frito’, los ‘rolls’ o el ‘wan zhen’ -minibrochetas vegetales al vapor- son algunos de sus entrantes más solicitados. Los arroces tan típicos de la cocina asiática y su conocido ‘ku bak’ crujiente acompañado de pollo y mariscos y huevo son algunos de los entrantes que, junto al pato ‘Shanghai mama crujiente en salsa de almendras’ o en su versión laqueado servido dentro de crepes, llaman más la atención a los comensales. En su apartado de dumplings, hechos con masa casera, puedes encontrarlos rellenos de langostinos con perlas negras de calamar, de carne y trufa negra, de setas y foie, con aceite rojo picante y de cerdo con verduras chinas. Con las carnes y los pescados, fusionan la gastronomía china con la española. Un buen ejemplo es el ‘secreto ibérico al estilo Chao Shao’. Y, para terminar, su sorprendente piña glaseada con helado de coco.