Reportajes

Hábitat Cigüeña Negra, un oasis de gastronomía y evasión en la dehesa extremeña

Este refugio rodeado de un idílico pasaje natural de fauna y flora se presenta como un destino hedonista y gastronómico de desconexión real.

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Entre encinas, olivos y un inmenso lago en el que se reflejan los destellos del sol y las sombras de la fauna que lo habita, se encuentra este elegante hotel rural regentado por la ibicenca familia Roselló. La calidez de su trato se diluye con el de su espacio: una casa de campo que ampliaron y rediseñaron en materiales nobles, naturales y autóctonos, de la mano del estudio de interiorismo Emme Estudio.

Este hábitat situado en Valverde del Fresno, perteneciente a la comarca de Sierra de Gata, cuenta con 12 habitaciones y suites tituladas con evocadores nombres de la flora que le rodea: desde Encina, Alcornoque o Acebuche hasta Fresno, Lavanda o Tomillo. Enclaves teñidos en tonos luminosos y terrosos, que, como en las salas comunes, se respira tanto la estética como el espíritu ibicenco de calma y serenidad que conecta a sus fundadores con los orígenes. Una idea que, al fin y al cabo, envuelve todo su proyecto hedonista.

Ganadería extensiva

La familia ibicenca que está detrás de Hábitat Cigüeña Negra decidió comprar esta finca con el fin de explotar de manera libre a su propio ganado en 2007. Esa idea acabaría culminando en un sofisticado hotel con asador y hammam que abriría sus puertas en 2021. Un recinto rodeado por su propio ganado vacuno y porcino, junto a ovejas en simbiosis con el olivar.

Esa ganadería es la que precisamente alimenta a sus huéspedes o comensales a través de exquisitos embutidos ibéricos de bellota y sus carnes de calidad que sirven tanto en su restaurante como en su tienda gourmet. Aunque, entre todos esos productos, deslumbra una expresión única: el Retwagyu, resultado de una mezcla cárnica de vaca retinta cruzada con wagyu.

En este sentido, su trayectoria estelar de más de seis décadas en el sector cárnico les llevaría a poder encumbrarla ahora desde la parrilla del hotel. Un recorrido que empezaría en su carnicería familiar ‘Carnes March’ en Sant Antoni, que continúa distribuyendo carne a restaurantes y hoteles de la zona. ‘Porque en la familia Roselló llevamos la pasión por la carne en la sangre desde que el abuelo Vicente abriera en el año 1965 la primera carnicería de San Antonio, en Ibiza.’

Olivar ecológico, Almazara y oro líquido

El hotel está rodeado de un gran olivar ecológico que han logrado mantener gracias a la ayuda de Iván Payo Barroso, el ingeniero agrónomo que cuida sus 8.000 olivos basándose en prácticas ecológicas en las que no interviene en ningún momento el uso de abonos o pesticidas.

De esas 40 hectáreas de olivos de manzanilla cacereña se sustrae su aceite ecológico AOVE Cigüeña Negra. Una expresión líquida con un sabor muy suave y equilibrado que diluye aromas picantes, amargos y afrutados que se ha ganado la veneración del público y de los concursos. Y es que, ha sido premiado con la Medalla de Oro de los Premios Extrema Selección en la categoría de Producción Ecológica y con el Primer Premio de la XIX Cata-Concurso Extrema Selección de AOVE.

Su aceite de oliva virgen extra se lleva a cabo en su propia Almazara, en la que puede agendarse una visita guiada desde el hotel con la finalidad de descubrir su intrincado proceso de elaboración. Desde que se recolecta la oliva en su punto óptimo de maduración, hasta que pasa por sus depósitos de acero inoxidable, y se conserva hasta el envase final. Nosotros tuvimos la oportunidad de trazar todo el recorrido: desde el olivo hasta la cata de los aceites de la finca en la que apreciar la calidad del producto.

Un asador con estrella verde

El restaurante que alberga Cigüeña Negra cuenta con una estrella verde Michelin, que reconoce, más allá de la elevada propuesta gastronómica de su chef Ramajo, todo el proyecto sostenible que lo rodea.

En las mesas de su asador sirven manjares como los distintos cortes de la carne Retwagyu como el entrecote a la brasa, el carpaccio de solomillo soasado con rúcula frita y parmesano o la gran txuleta de autentico buey de retwagyu, servido con patatas fritas y pimientos asados.

Su carta, orquestada en torno al arte de la parrilla, se convierte así en un homenaje a las mejores carnes de su dehesa y al producto extremeño. Sin olvidar platos de pescado, marisco, verduras y pastas que complementan su propuesta estrella. Allí pueden degustarse asimismo platos como un bogavante a la brasa, unos puerros cocinados a baja temperatura, un risotto de hongos al parmesano, unas anchoas del cantábrico o una ensalada de perdiz escabechada. Una experiencia culinaria que poder culminar con alguno de sus postres como su tarta de queso extremeño al horno.

Todo ello se marida con una elevada selección de vinos de su bodega, que cuenta con las principales denominaciones de origen del país. ‘Porque no hay compañera más idónea para una carne a la parrilla que una copa de vino escogida con acierto’.

Conexión con la naturaleza

En este lugar en el que poder explorar la riqueza natural de la dehesa extremeña, conocer la flora y la fauna que despliega la Sierra de Gata, o visitar preciosos pueblos cercanos como San Martín de Trevejo, también pueden llevarse a cabo otro tipo de actividades con las que conectar con uno mismo. Ya no sólo con la naturaleza que te rodea.

El hotel cuenta con un hammam en el que poder hacer un recorrido termal de serenidad a través de la inmersión en diferentes termas de agua templada, caliente y fría, una sala de relax con aromaterapia o una sauna. Además ofrecen masajes y tratamientos como uno relajante de cuerpo entero personalizado, o un tratamiento facial rejuvenecedor con el que acabar de elevar la experiencia hedonista de Hábitat Cigüeña Negra.