Reportajes

En todas las casas se cuecen habas, ¿en la tuya?

En todas las casas cuecen hablas; y en la mía, a calderadas, que diría Cervantes en El Quijote. ¿Pero sabes lo que significa? ¿Y por qué habas y no garbanzos u otro alimento?

Encontrar refranes en libros tan clásicos como El Quijote, de la mano de Cervantes, no es de extrañar ya que la mayoría de nuestros proverbios españoles vienen de siglos atrás. Hoy, rescatamos uno memorable, de los habituales, de los que echamos mano a diario: En todas las casas cuecen habas.

En cuanto una persona te cuenta los problemas familiares que hay en casa, o laborales en la oficina, siempre nos sale decir que en todas las casas cuecen habas. ¿Por qué? Porque en todas las casas hay disgustos y problemas.

Circunstancias críticas las encontramos en todas partes, pero como dice Cervantes, las nuestras siempre son las mayores y las peores. De ahí la coletilla “Y en la mía, a calderadas”.

¿Pero por qué habas? Históricamente las habas siempre han constituido un alimento de personas humildes, de uso común también para animales, de ahí que fuera un alimento sobrante en las casas.