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El plátano está extinguiéndose, pero la ciencia podría salvarlo

La fruta está sumida en un paradigma crítico inducido por la emergencia climática.

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Los plátanos se enfrenta a una enfermedad fúngica llamada fusarium oxysporum, también conocida como TR4. En concreto, ésta está afectando al Cavendish, el plátano más popular del mundo, atacando sus raíces, y provocando su muerte. El futuro se presenta entonces incierto para el plátano, aunque la innovación científica podría revertir ese pronóstico de alguna manera.

Como ya informó la BBC, el hongo ha afectado a los cultivos de plátanos de todo el mundo. Sin embargo, en la última década, éste se ha acelerado y extendido a nuevas regiones, incluida América Latina, donde se cultiva gran parte de los plátanos del norte del planeta. 

La solución al respecto podría tenerla la ciencia, según demostró un equipo mundial de investigadores, que compartió sus resultados con la revista Nature Microbiology. En primer lugar, se demostró que esta cepa de TR4 no era la misma que estuvo a punto de acabar con los plátanos en la década de 1950.

Hoy en día, el plátano más popular es el Cavendish, que inicialmente se crió para que fuera resistente a la enfermedad debido a la anterior extinción. Y durante un tiempo lo fue. ‘Hubo otro brote de marchitez del plátano’, añadió Yong Zhang, autor principal y doctorado del programa de Biología Organísmica y Evolutiva de UMass Amherst bajo la dirección de Ma.

Ma y sus alumnos pasaron una década intentando averiguar por qué se produjo este nuevo brote. Entonces descubrieron que éste se debía a ‘genes accesorios específicos de la cepa’, además de un genoma central compartido, relacionados con la producción de óxido nítrico, que, según Ma, era el factor clave de la virulencia de TR4. Los investigadores pudieron determinar que la virulencia de la nueva cepa se reduce cuando se eliminan dos genes que ‘controlan la producción de óxido nítrico’.

‘Identificar estas secuencias genéticas accesorias abre muchas vías estratégicas para mitigar, o incluso controlar, la propagación de Foc TR4’, añadió Yong. Sin embargo, aunque se puedan controlar los genes que producen óxido nítrico, señalaron los autores, la preocupación más acuciante es en realidad el monocultivo, es decir, la práctica de cultivar lo mismo año tras año en el mismo campo.

‘Cuando no hay diversidad en un cultivo comercial enorme, se convierte en un blanco fácil para los patógenos’, afirmó Ma. Ma incluso sugirió una forma de marcar la diferencia y ayudar a la supervivencia de los plátanos para las generaciones futuras: ‘La próxima vez que vaya a comprar plátanos, pruebe algunas variedades diferentes que puedan estar disponibles en su tienda local de alimentos especializados’. Anímate y prueba el plátano Gros Michel, el plátano Nam Wah, el plátano Mysore y otros para ayudar a todos los plátanos del mundo. De este modo, animas a los agricultores a cultivar algo nuevo y, de paso, ganarse la vida.