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Cuando visitamos una casa, podemos encontrarnos una forma distinta de organizar su vajilla en cada una. En el primer cajón los cubiertos, debajo los platos, y más abajo los vaso,… los vasos en un altillo o quizá los cubiertos en un dispositivo para secar y organizar.
En todo caso, siempre existen normas que permiten determinar cuál es la opción ideal en lo que respecta la dirección en la que se suelen almacenar este tipo de objetos que todos tenemos en nuestras casas. Más allá de que sea un hogar antiguo o moderno, o la cubertería sea más o menos vanguardista, aquí van unas ideas.
En primer lugar, habría que tener en cuenta cómo es el armario en el que se van a alojar estos vasos. Si es un armario con un cristal o una puerta protectora, la decisión entonces será del dueño de esa casa, ya que al tener una puerta, puedes protegerlos de los insectos que puedan caer sobre ellos.
Existe una tendencia por la cual aparecen estanterías sin puerta que aportan un tono diferente al ambiente de la casa, mucho más moderna, pero que exponen a tu cubertería ante situaciones que pueden llegar a ser desagradables. En ese caso, debe de colocarse boca abajo.
Aquí es importante tener en cuenta que el vidrio es delicado, por lo que es preferible que las superficies de la balda en la que se coloque boca abajo el vaso, estén revestidas de un material protector tanto como para la fragilidad de una buena copa como para protegerlo de las posibles flujos de aire que pueden dañarla.
En todo caso, algunos hosteleros recomiendan que si se quedan boca arriba, siempre viene bien darle una pasada antes de utilizarlo, ya que aunque estén protegidos por una puerta, ningún método es infalible, sobre todo si la copa o el vaso lleva tiempo sin ser utilizado.